viernes, 6 de julio de 2018

Confesiones Cristianas

El requisito básico para una buena confesión es tener la intención de volver a Dios como el "hijo pródigo" y reconocer nuestros pecados con verdadero dolor ante el sacerdote.

Pecado en mi vida


La sociedad moderna ha perdido el sentido del pecado. Como seguidor católico de Cristo, debo hacer un esfuerzo para reconocer el pecado en mis acciones, palabras y omisiones diarias.

Los Evangelios muestran cuán importante es el perdón de nuestros pecados. Las vidas de los santos prueban que la persona que crece en santidad tiene un sentido más fuerte del pecado, dolor por los pecados, y una necesidad del Sacramento de la Penitencia o Confesión.

Las Diferencias en los Pecados


Como resultado del Pecado Original, la naturaleza humana se debilita. El bautismo, al impartir la vida de la gracia de Cristo, quita el pecado original y nos vuelve hacia Dios. Las consecuencias de esta debilidad y la inclinación al mal persisten, y a menudo cometemos pecados personales o reales.

El pecado actual es el pecado que la gente comete. Hay dos clases de pecado actual, mortal y venial.

El pecado mortal es una ofensa mortal contra Dios, tan horrible que destruye la vida de la gracia en el alma. Tres condiciones simultáneas deben cumplirse para un pecado mortal: 1) el acto debe ser algo muy grave; 2) la persona debe tener suficiente comprensión de lo que se está haciendo; 3) la persona debe tener suficiente libertad de la voluntad.

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